El mejor suelo

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Óptimas condiciones de germinación

Para el crecimiento de las plantas hay tres factores decisivos: Temperatura, humedad y oxígeno. Estos parámetros van influidos de forma decisiva por la forma del suelo, la ubicación y el tiempo.

En la agricultura es muy difícil influir en estos tres parámetros. Uno de los factores más importante es el volumen del poro. Una estructura de suelo suelta y desmenuzada con muchos poros intermedios absorbe mejor el agua, ofrece a las raíces suficiente espacio y oxígeno. Se caliente de forma uniforme y rápida y crea así óptimas condiciones de germinación.

Mejor suelo

Un suelo óptimo y desmenuzado surge por la formación de complejos de arcilla-humus y por la vida en el suelo. Estos desmenuzados pueden tener un tamaño de varios milímetros y crean una estructura muy estable, que favorece el intercambio de agua y gases.


Compactaciones dañinas

Si el suelo se sobrecarga por encima de su capacidad, el desmenuzado del suelo se desliza para contrarrestar la presión. Con ello se reduce el volumen de poros. Los poros finos con < 2 µm son problemáticos porque absorben agua, pero no la entregan a las plantas.

A menudo pasa por una explotación errónea. Sobre todo lo empeoran las pasadas frecuentes con equipos pesados en suelos húmedos. Pero también hay otro tipo de laboreo del suelo que deja huellas cuyas compactaciones son beneficiosas.

Avivar el suelo

Nuestro suelo es nuestro bien más importante y es un recurso limitado. En Europa perdemos al año 2,46 t / ha de suelo por erosión. A nivel mundial se estima una pérdida de 224 mil millones de toneladas.

Los terrenos baldíos están en peligro. El suelo es más vulnerable a la eliminación por viento y lluvia cuando no tiene vegetación. Los suelos secos no pueden absorber la cantidad de agua con lluvia intensa, este fenómeno describe la hidrofobia de suelos secos. Un terreno que se trabaja de forma habitual permite mantener más humedad en el suelo. Las hojas reducen la evaporación y el rocío devuelve agua a la tierra.

Otro efecto positivo es el fomento de la vida del suelo y así la formación de suelo estables, que absorben el agua rápidamente y la devuelven de nuevo. Para evitar compactaciones o volver a reblandecer, una explotación controlada puede ser una solución. Algunos tipos de planta, como el haba y el girasol logran romper las compactaciones gracias al fuerte crecimiento de raíces y así mejorar el suelo.

En la agricultura existe el reto de hacer muchos pasos de laboreo en un tiempo muy corto. Aquí ayudan nuestros productos de cultivo, el depósito AMICO F y el depósito flexible TEGOSEM. Así, en intervalos de tiempo cortos, donde el laboreo es cuidadoso con el suelo, se pueden usar de forma óptima.