El rotor trasero va unido con el delantero mediante un chasis flexible y se puede girar mediante el cilindro hidráulico a la izquierda o a la derecha. Esto permite el depósito de una hilera doble o dos hileras simples. Para el manejo se necesita un mando de doble efecto.
Al depositar una hilera doble, el rotor trasero va girado hacia la izquierda. Recoge el forraje del rotor delantero. La lona delantera opcional está plegada.
El ancho de trabajo se puede variar simplemente mediante el control hidráulico del rotor trasero. Obstáculos o trozos en forma de cuña no significan ningun problema.
Al girar el rotor trasero hacia la derecha y al bajar la lona delantera, ambos rotores depositan una hilera propia. Esto permite hacer dos hileras pequeñas, o al tener mucha cantidad de forraje, hileras de tamaño normales.
El chasis para el segundo rotor va montado 650 mm por delante del eje de rotación del primer rotor. El rastrillo hilerador mantiene la vía en inclinaciones y ofrece suficiente solapamiento en curvas.
En las cabeceras, el ajuste del ancho de trabajo hidraulico puede servir también como dirección y permite una capacidad de maniobrabilidad perfecto.
La suspensión tubular del rotor trasero y la gran distancia en las articulaciones del chasis permiten una perfecta adaptación tridimensional de cada rotor al desnivel del suelo. Una articulación detrás del grupo angular se encarga de ajustar la adaptación vertical. La adaptación transversal del rotor trasero se hace mediante un rodamiento de giro en el chasis mismo y adicionalmente por una articulación de cruceta entre el soporte de chasis trasero y la unidad del rotor.
Para la elevación basta una conexión simple en el tractor. Las válvulas de fase secuencial facilitan el manejo durante la elevación y bajada del rotor. El rotor delantero siempre sube y baja primero. Esto garantiza un trabajo limpio en cabeceras, sin destrozar hileras transversales. Con una distancia al suelo de 50 cm se puede atravesar hileras grandes sin destrozarlas.