Las vacas lecheras necesitan un forraje de alta calidad con una óptima estructura. Los animales lo comen con gusto y en suficiente cantidad. Solo así, el rumen va preparado de forma óptima y el forraje se digiere mejor. Una mejor calidad de forraje base reduce el uso de pienso concentrado y mejora la salud del animal - ambos reducen gastos. Las vacas lo agradecen con mejor fertilidad, mayor vida y - muy importante- mayor rendimiento de leche. Así usted se aprovecha de un forraje limpio y de alta calidad consiguiendo mayores beneficios.
El hilerado influye al final de la cadena de cosecha sobre las impurezas del forraje. Las púas no tocan el suelo y peinan el forraje cuidadosamente de la capa de hierba. De esta forma llega considerablemente menos contaminación al forraje.